sábado, 29 de septiembre de 2012

Así las cosas...



Para mis amiguitos periodistas.

Desde hace un tiempo para acá estoy leyendo mucho en los escritos periodísticos la frase “así las cosas” para comenzar los párrafos. Puedo imaginar que se trata de otra muletilla más que en las escuelas de  comunicaciones añadieron a  la lista de las ya existentes. Cuando estudiaba periodismo me enseñaron que los párrafos debían comenzar con estas transiciones. Recuerdo que me rompía la cabeza en la clase de la Profesora Milagros Acevedo tratando de que no se me escapara un solo párrafo sin un “de hecho, asimismo, por otro lado, del mismo modo”.

Así las cosas, cuando llegué a trabajar a la redacción del periódico El Mundo así no eran las cosas na’. En una huelga que paralizó prácticamente el país, el director del periódico decidió darme la oportunidad de cubrir los sucesos en una escuela en el centro de la Isla. Al regresar, me senté a escribir lo que presencié teniendo en cuenta, claro está, aquellas sagradas transiciones.

Así las cosas, escribí una extensa historia que para mí era una joya del periodismo. Fue un “pulitzer” hasta que llegó a los implacables dedos del director que me había dado mi primera oportunidad como reportera.  Recuerdo que me sentó a su lado, para felicitarme, pensaba yo. Luego de leer mi historia me dijo: “Ahora elimina todas las muletillas que escribiste al comienzo de cada párrafo y vuelva a leerlo”. Lo hice. “¿Le quitó información o sentido a tu historia?, me preguntó. Le contesté que no, que por el  contrario, se entendía mejor. “¿Tú usas esas muletillas cuando hablas?, me preguntó con la intensión de entramparme. Ante mi negativa procedió a darme un gran consejo que comparto con ustedes: “Escribe siempre como si estuvieras hablando con el  lector”.

Así las cosas, fue como si me  hubiera  dado una orden bajo el efecto de una hipnosis. Desde ese momento, las eliminé de mi redacción. Antonio (Tony) Quiñones Calderón tuvo la molestia, la gentileza  y la sabiduría de echar por la borda mis últimos tres años universitarios.

Así las cosas, los invito a hacer el ejercicio con este escrito.


sábado, 16 de junio de 2012

Una camisa médium de rayas azules para mi papa, por favor!.





Por: SomarieQuijano

En los días previos al Día de los Padres, siempre era la misma búsqueda: una camisa de rayas finas verticales, preferiblemente azul y médium.  Jamás una camisa roja. Había años que no era tan fácil encontrarla pero, por lo general, siempre aparecía la que cumplía con todas las especificaciones de un caballero que le gustaba el buen vestir.

Cuando abría el regalo inmediatamente miraba el tamaño, si era médium estaba bien linda y perfecta; si no lo era, estaba bonita pero decía…"hay que cambiarla”. No importaba si corría pequeña.  Ahora entiendo que no era una simple exigencia o capricho. Era parte de su forma de ver la vida y hacer su vida.

Al igual que las líneas finas y verticales de su camisa, siempre trató de que su proceder fuera sencillo pero impactante. Como ingeniero de profesión siempre vió la vida de forma lineal y planificada. Para él todo tenía un principio y un final. Todo se terminaba con el mismo entusiasmo que se comenzaba. Todo llevaba la misma proporción. El color que prefería (azul), por excelencia está identificado con la conciencia celestial, la verdad, la armonía, la tranquilidad y la esperanza. Valores que aquellos que lo conocieron saben fueron parte de su esencia. Y Médium, porque así era él, mediano. Ni muy grande para estar incómodo ni muy pequeño para pasar desapercibido.

Recuerdo con cariño los descabellados viajes a la playa el concurrido Día de los Padres. Con “hibachi” en mano nos lanzábamos a la aventura de pasar ese día entre cientos de familias camuyanas que se apresuraban para acomodarse en las escasas sombras de los uveros. Por suerte, tenía  primos mayores y “fiebrús” que hacían las delicias de los pequeños con sus “buggies”, con los cuales  peinaban las dunas de la playa Los Pinos ante los incrédulos ojos de nosotros los chiquitines. Momentos divinos que ya solo se reducen a recuerdos inolvidables.

Para los que tienen la fortuna de tener a sus padres vivos y  poder compartir con ellos este Día de los Padres les sugiero que lo disfruten mucho, que los cuiden, que compartan y atesoren ese momento como si fuera el último. Porque podría serlo.

A los que, al igual que  yo, no tienen a su papá consigo en este día para celebrar, sinceramente no tengo mucho que decir. No los voy a consolar porque yo no tengo ese sentimiento para compartir. Porque para ser sincera; yo sí quisiera que estuviera,  yo sí le daría al tiempo hacia atrás, yo sí extraño, añoro y pienso en los maravillosos momentos que pasé con él.

Este día de los padres por tercera vez compraré flores para obsequiarlo. Pero les confieso que,  daría cualquier cosa por correr a comprar la camisa de rayas finas verticales, preferiblemente azul y médium.

Felicidades papá!!!

miércoles, 18 de abril de 2012

ANGELES EQUINOS...LA HIPOTERAPIA

Conozca como los caballos pueden ayudar a mejorar su salud física y emocional.

domingo, 18 de marzo de 2012

El que canta la noticia...

Don Johnny, alegra las mañanas de sus clientes del área del Señorial en San Juan con su peculiar estilo de vender periódicos. Conózcalo…