sábado, 16 de junio de 2012

Una camisa médium de rayas azules para mi papa, por favor!.





Por: SomarieQuijano

En los días previos al Día de los Padres, siempre era la misma búsqueda: una camisa de rayas finas verticales, preferiblemente azul y médium.  Jamás una camisa roja. Había años que no era tan fácil encontrarla pero, por lo general, siempre aparecía la que cumplía con todas las especificaciones de un caballero que le gustaba el buen vestir.

Cuando abría el regalo inmediatamente miraba el tamaño, si era médium estaba bien linda y perfecta; si no lo era, estaba bonita pero decía…"hay que cambiarla”. No importaba si corría pequeña.  Ahora entiendo que no era una simple exigencia o capricho. Era parte de su forma de ver la vida y hacer su vida.

Al igual que las líneas finas y verticales de su camisa, siempre trató de que su proceder fuera sencillo pero impactante. Como ingeniero de profesión siempre vió la vida de forma lineal y planificada. Para él todo tenía un principio y un final. Todo se terminaba con el mismo entusiasmo que se comenzaba. Todo llevaba la misma proporción. El color que prefería (azul), por excelencia está identificado con la conciencia celestial, la verdad, la armonía, la tranquilidad y la esperanza. Valores que aquellos que lo conocieron saben fueron parte de su esencia. Y Médium, porque así era él, mediano. Ni muy grande para estar incómodo ni muy pequeño para pasar desapercibido.

Recuerdo con cariño los descabellados viajes a la playa el concurrido Día de los Padres. Con “hibachi” en mano nos lanzábamos a la aventura de pasar ese día entre cientos de familias camuyanas que se apresuraban para acomodarse en las escasas sombras de los uveros. Por suerte, tenía  primos mayores y “fiebrús” que hacían las delicias de los pequeños con sus “buggies”, con los cuales  peinaban las dunas de la playa Los Pinos ante los incrédulos ojos de nosotros los chiquitines. Momentos divinos que ya solo se reducen a recuerdos inolvidables.

Para los que tienen la fortuna de tener a sus padres vivos y  poder compartir con ellos este Día de los Padres les sugiero que lo disfruten mucho, que los cuiden, que compartan y atesoren ese momento como si fuera el último. Porque podría serlo.

A los que, al igual que  yo, no tienen a su papá consigo en este día para celebrar, sinceramente no tengo mucho que decir. No los voy a consolar porque yo no tengo ese sentimiento para compartir. Porque para ser sincera; yo sí quisiera que estuviera,  yo sí le daría al tiempo hacia atrás, yo sí extraño, añoro y pienso en los maravillosos momentos que pasé con él.

Este día de los padres por tercera vez compraré flores para obsequiarlo. Pero les confieso que,  daría cualquier cosa por correr a comprar la camisa de rayas finas verticales, preferiblemente azul y médium.

Felicidades papá!!!